Fritz Perls, médico y psiquiatra alemán, considerado el padre de la psicoterapia humanista «Gestalt» decía que la espuma que llega a la arena de la playa, trae consigo lo que hay más profundo en el mar. En las clases de morfopsicología con el maestro Julián Gabarre aprendí que los seres humanos revelan en sus rostros, lo que existe en lo más profundo de su ser.
La morfopsicología es una herramienta que posibilita abrir los «ojos de los ojos» y leer las señales que permiten conocer nuestra estructura de personalidad. Este conocimiento nos permite conocernos, aceptar lo que es uno en esencia y mejorar los aspectos cambiables. La meo muy útil y la recomiendo a los profesionales que tienen interés por el desarrollo humano.
Marina Silva – Licenciada en Psicología, Doctora en Psicología y profesora.