Pau Claris, 120, 3º – 2ª - 08009 Barcelona

Apreciado Julián,

Soy Josep Puig y el motivo de este escrito es darte las gracias por haber tenido el privilegio de ser alumno tuyo y actualmente diplomado en Morfopsicología. He de agradecerte los conocimientos que has sabido transmitirnos a todos los alumnos. Todo ello con rigor, entusiasmo y dedicación.

Soy psicólogo clínico y perito forense en diferentes ámbitos: penal, civil, laboral y familiar. Actualmente soy el psicólogo dela Federacióncatalana contra el acoso laboral y escolar (FEDALE), dela Asociaciónde víctimas de acoso laboral y sexual de Cataluña (AVALC),  y de la asociación Alto al mobbing (ASAM).

Después de muchos años dedicados al estudio de la psicología, han sido estos dos últimos años de Morfopsicología los más enriquecedores y apasionantes. Si me permites el símil, te diría que es como estar en un valle rodeado de árboles y montañas que no te dejan ver el horizonte y atreverte a subir al pico más alto para poder admirar el paisaje.

Para mí la Morfopsicología, es pues, dejar el bosque y subir al pico más alto y poder ver, observar y comprender la profundidad e inmensidad del paisaje natural. En mi opinión hay que saber ver, no sólo mirar. Sólo así se llega al conocimiento y a la comprensión.

No es mi intención mencionar aquí las ventajas y logros que me ha comportado el conocimiento en Morfopsicología. Aunque sí he de decir que han sido muchas las satisfacciones al ver cómo he podido ayudar a las personas y ellas me han transmitido su agradecimiento por cómo les ha cambiado la vida (utilizo una frase que me han repetido mucho).

Mi intención era agradecerte cómo ha cambiado mi vida a nivel personal y familiar. Yo personalmente he mejorado aspectos de mi personalidad que desconocía e ignoraba, entiendo a mi esposa e hijos. Pero es el caso de mi hijo en el que considero que la Morfopsicología ha tenido un éxito crucial. Mi hijo era muy reservado, la comunicación con él era muy dificultosa. Sentía impotencia por no poder ayudarle. Todo ello lo atribuía a la adolescencia. Sin embargo, gracias a ti que lo visitaste y después de realizar el estudio, darnos los consejos y pautas a seguir, mi hijo ha cambiado totalmente, siendo capaz de expresar sus emociones y sentimientos, está dedicado totalmente a los estudios y al deporte. En ambos campos esta destacando de forma espectacular. Su actitud ante la vida es de afrontamiento, con precaución pero sin temor. La relación actual entre nosotros es inmejorable, existiendo una gran complicidad. Por todo ello te estaré siempre muy agradecido. Ahora que tengo los conocimientos en Psicología Facial, me doy cuenta de los problemas que hubiera podido tener mi hijo en referencia a la personalidad. A modo de exposición te mando las fotos* de mi hijo para que puedas apreciar el cambio. Creo que las imágenes lo dicen todo y es comprensible incluso para los desconocedores de esta ciencia. (Son tres fotos con un tiempo de 2 meses entre cada una, es decir, de la primera a la tercera va un periodo de casi 5 meses).

Por todo ello te animo a que sigas con tu labor “incansable” para que esta ciencia sea reconocida y abra una puerta al conocimiento y comprensión del mundo y las personas. Seguro que con ello se conseguirá un mundo mejor. «Hemos aprendido a volar como pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos » (Martin Luther King).

Desde aquí animo a psicólogos, psiquiatras y pedagogos para que “abran” sus mentes y se darán cuenta de lo gratificante que es poder llegar al conocimiento real de las personas, y sobre todo cuando puede implicar enormes ventajas en el ámbito educativo. Como decía Albert Einstein “la mente es igual que un paracaídas, sólo funciona si se abre”.

Con afecto, recibe un abrazo.

 

*Se observa como la nariz y las mandíbulas ya son más tónicas, y el cuello es más ancho.

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