Pau Claris, 120, 3º – 2ª - 08009 Barcelona

Los beneficios a nivel personal y profesional que he recibido estudiando morfopsicología son inefables. Tuve la fortuna de llegar al lugar adecuado para que ello sucediera.
La morfopsicología es una herramienta muy poderosa de autoconocimiento y comprensión de las tendencias, actitudes y comportamientos del otro.
A mi parecer las principales virtudes del Instituto superior de morfopsicología son: rigor, seriedad, lenguaje y praxis científica y un auténtico compromiso y esfuerzo en la labor de desarrollar y validar la morfopsicología científicamente, lo que les ha llevado a ser la institución más avanzada en dicha empresa. Por parte del alumno la morfopsicología requiere de una verdadera implicación y persistencia. No es una disciplina blanda. Tras un constante esfuerzo hay que tener visión a largo plazo, nada profundo se adquiere en la brevedad.

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